Oi Pessoal,
Segue abaixo uma carta enviada por Cristian Romo, Pastor no Chile com função apostólica entre nós.
Queridos hermanos:
Estamos bien gracias a Dios, después de lo que ha acontecido en dias pasados. Paso a relatarte los hechos como ocurrieron: El día 27 de Febrero a las 3.30 AM. Ocurrió uno de los mayores terremotos que ha habido en el país, nunca antes habíamos tenido un evento de esta naturaleza que abarcara tantos kilómetros a lo largo de Chile, esto cubrió desde la cuarta región hasta la novena región. Por esta misma razón las perdidas materiales y humanas son bastante notorias y lamentables. Evidentemente los lugares más afectados fueron algunos lugares de la región del Maule septima región y luego Dichato en donde teniamos un lugar de atención de niños durante el día, hoy no hay nada en ese lugar en la paarte baja donde vivia la mayor parte de la población de ese lugar. Las perdidas humanas son alrededor de 1000 personas. Gracias a Dios entre los hermanos no hay daño físico sólo daños materiales, pero entristece el hecho de que tantos se haan ido sin conocer a Cristo.
La ciudad de Concepción y Talcahuano han sufrido enormemente, parecen ciudades bombardeadas. Toda la costa de esta región sufrió el embate del mar por lo cual desaparecieron algunos pueblos escapándose muchos de sus habitantes. Todo lo anterior fue efecto del maremoto que sacudió repentinamente estos lugares, lo mismo sucedió en el puerto de Talcahuano en donde viven varios de nuestros hermanos, algunos de ellos perdieron todo con
la casa, otros por entrar el agua a sus viviendas perdieron sus enseres quedando solo con algunas cosas que lograron rescatar.
Nuestro local y sede de reuniones fue destruido también teniendo que demoler lo que quedó de el.
En todo esto entendemos que hay una advertencia de Dios, pues este terremoto había sido profetizado por un profeta norteamericano que visitó Chile en el mes de Diciembre, dentro de esta profecía Dios dijo que su pueblo no sufriría daño alguno y gracias a Dios esto se cumplió en lo físico. También Dios dijo que después de este terremoto vendría un despertar espiritual sin precedentes, es lo que ahora estamos esperando. Hemos declarado como Iglesia en Chile 200 días de ayuno y oración para interceder por nuestro país y America Latina aprovechando la celebración del bicentenario como país.
Queremos agradecer de todo corazón por las oraciones y la preocupación de nuestros hermanos en todas partes por querer colaborar con nosotros. Que Dios les bendiga y les fortalezca siempre.
Un gran abrazo y saludos a todos los hermanos que lean este informe.
Cristian Romo J.
Siervo de Jesucristo
Um forte Abraço,
Samuel
